El artista Daniel de Campos muestra su visión de los 'Bandoleros y su entorno' en Casa de Vacas
El bandolerismo romántico llega a Madrid

- 51 obras de gran formato desde el realismo hasta el arte abstracto
- El Tempranillo o Luis Candelas están representados en la exposición
Madrid, 27 de Noviembre de 2025. -El Centro Cultural Casa de Vacas del parque del Retiro de Madrid acogerá, del 27 de noviembre al 28 de diciembre, la exposición “Bandoleros y su entorno”, una muestra del pintor Daniel de Campos, que muestra el bandolerismo como fenómeno que prosperó en la Serranía de Ronda y en otras geografías a finales del siglo XVIII y principios del XIX, sobre todo durante la invasión napoleónica y la Guerra de la Independencia.
En la muestra, que reúne un total de 51 obras, están representadas todas las etapas de la pintura, desde el realismo hasta el arte abstracto. Cada obra cuenta una historia, donde predominan los finales trágicos y donde el color es el protagonista.
Daniel de Campos explica que “cada composición está perfectamente documentada. Las armas, las ropas, los enseres, o las localizaciones llevan un meticuloso estudio histórico y etnográfico de varios años”.
Un suave expresionismo corona las múltiples figuras y paisajes de estos grandes cuadros. A veces el paisaje se rompe con método y se desfigura sin llegar nunca a la abstracción y donde los protagonistas son los bandoleros.
“Nuestra literatura y, sobre todo, la francesa, hicieron de nuestros bandidos serranos una suerte de modernos caballeros andantes. A nuestro José María el Tempranillo, el bandido de las breñas andaluzas, presente en uno de los cuadros, venían a verlo los pintores ingleses para retratarlo con riesgo de su vida”, explica el pintor.
“El pueblo adoraba también a Luis Candelas, el estafador lleno de salero madrileño, que terminó su vida, a pesar de las simpatías cosechadas, en la horca. El bandolero Diego Corrientes fue otro héroe popular de finales del siglo XVIII, el inicio mismo del romanticismo, y protagonizó las hermosas zarzuelas de José María Gutiérrez de Alba y de Enrique Zumel, o la novela por entregas de Manuel Fernández González. Y lo que el lenguaje ordinario, filosófico o político, no puede decir sobre los bandoleros, es representable por el arte”, matiza de Campos.

Los cuadros sobre nuestra Guerra de la Independencia han dotado a Daniel de Campos de un conocimiento sobre la época casi insuperable. La muerte o su cercanía están presentes en todas estas impresionantes pinturas. La muerte, novia del legionario y del revolucionario, lo es también del bandolero. La lucha por la mujer deseada entre dos bandoleros, empuñando ya dos navajas albaceteñas, presagia una tragedia y probable muerte, impidiendo los hombres que las mujeres interfieran para parar la lucha fatal. Un bandolero a punto de ser agarrotado, sentado en el patíbulo, espera la muerte que se esconde detrás, en un fantasmal verdugo encapuchado mostrando distintos instrumentos de ejecución. Manolas desconsoladas, con pistolón al cinto, se inclinan llorando como ménades para abrazar los cuerpos sin vida de sus aventureros amantes. Un grupo de bandoleros asisten a un compañero herido y parece que intentan trasladarlo al modo de la silla de la reina. Cinco bandoleros detienen un coche de colleras sin saber que varios soldados de la Policía General del Reino se encuentran emboscados expectantes. En la boda de un bandolero y de novia con guirnaldas un grupo de personas de distinto sexo baila alegre. Varios bandoleros y una mujer forman un velatorio en la que el muerto parece yacer sobre una alpaca. Un gran crucifijo al fondo proporciona la esperanza de la transcendencia. Un bandolero español de época era un buen católico.
En otro cuadro un grupo de cinco mujeres, con el consuelo espiritual de un sacerdote, lloran y se abrazan desconsoladamente ante el bandolero tendido en el suelo, recientemente muerto y con su mano derecha sujetando aún su trabuco. Cinco bandoleros y una joven parecen posar relajados junto a la entrada de su cubil. Tres mujeres arrodilladas llorosas y un hombre armado de pie con la cabeza inclinada parecen acompañar al muerto con barba que está tendido en el suelo. Un bandolero con su gente entra en su casa para retener entre sus brazos a su esposa muerta.
Entre los preciosos paisajes de la serranía bandoleril destaca el espectacular y deslumbrante Tajo de Ronda, la capital de aquella España romántica tan querida y ensalzada por genios como Henri Beyle Stendhal o Próspero Mérimée. “Nos encontramos aquí en un remanso de belleza, inteligencia y honestidad creadora. Un arte fundado en la maravillosa igualdad estética de la abstracción, en la que todos pueden crear y disfrutar, y nadie entender”, concluye de Campos.

Exposición “Bandoleros y su entorno"
Del 27 de noviembre al 28 de diciembre
Centro Cultural Casas de Vacas
Paseo de Colombia. Parque de El Retiro. Madrid
Horario: de lunes a domingo de 10h a 21.00 horas
Entrada gratuita.










